La elección de los productos de limpieza facial es un paso importante en la rutina de belleza.
La piel desempeña una función defensiva muy importante, y debe tratarse con cuidado. La del rostro en particular debe tener prioridad: cada día está expuesta a los peligros más diversos, desde el smog a los rayos ultravioleta.
Con el tiempo, esto puede provocar problemas de diversa índole: no sólo arrugas, sino también rojeces y dermatitis. La limpieza facial se encarga de que esto no ocurra: al librar a la piel de residuos potencialmente nocivos, le permite respirar y recuperar su perfecto estado.
Para ello, sin embargo, es necesario utilizar productos de buena calidad, adecuados al tipo de piel de cada uno y preferiblemente ecológicos. Sólo éstos tienen una acción limpiadora, calmante y tonificante que purifica la piel de forma no agresiva, como puede ocurrir con las soluciones con un fuerte componente químico.
Los distintos tipos de productos de limpieza facial
Los limpiadores faciales no son todos iguales. Hay distintos tipos de productos en el mercado, a veces muy diferentes entre sí, diseñados para satisfacer las diversas necesidades de los compradores.
Es bastante difícil, además de imprudente, enumerar estas categorías una por una: es mejor dar una visión general.
Los productos de limpieza facial se diferencian principalmente por el tipo de piel al que están destinados.
Hay dos principales: piel grasa y piel seca.
Para las primeras, los limpiadores tienen un efecto purificante y seborregulador: es decir, ayudan a eliminar las impurezas de la piel y a reducir el sebo. Como las pieles grasas se caracterizan por un exceso de brillos, casi siempre tienen también una acción matificante.
Para la piel seca, en cambio, los productos de limpieza facial se centran más en el efecto hidratante y calmante. Ayudan a nutrir la dermis y a combatir la deshidratación.
La consistencia de los distintos productos también difiere. Algunos limpiadores se ofrecen en forma de crema, otros en forma de gel y otros en forma de espuma.
También son cada vez más populares los aceites limpiadores, lociones no grasas y fáciles de aplicar.
Cómo elegir un limpiador facial
Por tanto, la elección del limpiador debe guiarse por las propias necesidades y características de la piel: no existe un producto perfecto para todo el mundo, ni una solución que sea mejor en sentido absoluto.
Con el tiempo resulta más fácil comprender qué alternativas dan mejores resultados, pero es posible elegir con conocimiento de causa aunque sea la primera vez que se compran productos similares.
No hay tantos aspectos a tener en cuenta: los veremos dentro de un momento.
Tipo de piel
Como se ha mencionado en los párrafos anteriores, lo que más distingue a los distintos productos de limpieza facial es el tipo de piel para el que están diseñados.
Hay pieles grasas, pieles secas, pero también pieles mixtas. De hecho, este último tipo es uno de los más comunes: pertenece a personas que en general no tienen la piel grasa, pero tienden a acumular sebo e impurezas en zonas concretas del rostro.
Es la llamada zona T, la que incluye la nariz, la barbilla y la frente, y que también suele ser visualmente más brillante y grasa que las demás zonas de la cara.
Una vez que conoces la categoría a la que perteneces, es bastante fácil encontrar soluciones específicas.
Puedes optar por un limpiador que hidrate o, a la inversa, por uno que matifique y reduzca el sebo. En el mercado puedes encontrar soluciones muy específicas y eficaces.
Hábitos
La limpieza facial es una parte crucial de la rutina de belleza. Un verdadero ritual que, en su forma perfecta, requiere un tiempo y una atención precisos.
En la vida cotidiana, sin embargo, no siempre es posible respetarlas, por lo que los productos de limpieza también deben elegirse en función de los hábitos de cada uno.
Un ejemplo banal: hay quien por trabajo u otras razones se ve obligado a pasar mucho tiempo fuera de casa. En este caso, también resulta difícil tener siempre contigo todo lo necesario para una limpieza adecuada.
Puedes optar por productos como las toallitas limpiadoras: te permiten cuidar tu piel aunque estés de viaje, con un mínimo de molestias y absoluta practicidad.
Necesidades especiales
Al igual que los hábitos y estilos de vida no son iguales para todos, las necesidades también varían de una persona a otra.
Los productos de limpieza facial, por ejemplo, deben seleccionarse teniendo en cuenta las alergias, así como las molestias que pueden producir ciertos principios activos.
Hay que decir que, al elegir un producto ecológico de origen natural, se reduce mucho el riesgo de toparse con una solución que pueda desencadenar reacciones desagradables.
Esto no quita que nuestro organismo también pueda no tolerar las sustancias naturales. Los agentes químicos son indudablemente más agresivos, pero el peligro también puede residir en forma de alergia a los extractos vegetales.
Otra necesidad particular que debe influir en la elección es el sexo y la edad. Puede sonar extraño, pero los productos de limpieza casi nunca se dividen en categorías para hombres y mujeres, como ocurre con muchos otros productos de cuidado personal.
Pero las necesidades son distintas, y también lo son las características de la piel y la forma de limpiarla. Piensa que, por regla general, son las mujeres las que hacen un uso más intensivo del maquillaje, por lo que deben preferir limpiadores que también tengan acción desmaquillante.
Entrarían en juego muchas otras variables: el lugar donde vives, el clima, el grado de contaminación. Lo importante es no asustarse: a grandes rasgos, con un producto de calidad, siempre tienes las espaldas cubiertas.
Nuestros productos naturales de limpieza facial
Nuestra línea de productos naturales de limpieza facial incluye dos soluciones perfectas para pieles secas y grasas, respectivamente.
El primero es elAgua de Venusun Agua Micelar Volcánica Antiedad tonificante con un fuerte poder reestructurante y calmante.
Su fórmula contiene extracto glicérico de Liquen Islandico, que le confiere propiedades antisépticas, desodorantes y emolientes. Un verdadero mimo para la piel, especialmente para la piel seca y frágil.
El efecto calmante se ve amplificado por la Manzanilla y la Malva, dos plantas que reducen el enrojecimiento y ayudan a combatir la dermatitis.
Además de limpiar la piel y librarla de impurezas sin ser agresiva, el agua micelar también puede nutrirla en profundidad. Contiene espirulina azul, un alga rica en proteínas, aminoácidos esenciales, ácidos grasos poliinsaturados, vitaminas y minerales.
El resultado es un producto perfecto para limpiar el rostro eliminando todos los restos de suciedad y maquillaje, proporcionando a la piel un alivio inmediato y ayudándola a recuperar su tono y brillo.
Las personas con piel grasa deberían considerar la posibilidad de comprar elAgua Vulcanoun Agua Termal Purificante de Azufre diseñada precisamente para reducir la carga bacteriana de la piel y disminuir el efecto brillante del exceso de sebo.
De hecho, el agua termal es rica en magnesio y azufre, dos minerales que tienen la capacidad de estimular la regeneración de la piel y disminuir la cantidad de bacterias.
No es casualidad que sea perfecto para la piel propensa al acné, que tiene precisamente este origen bacteriano.
La piel se purifica y literalmente se cura gracias a la accióndel Aloe Vera y la Provitamina B5: son agentes antiinflamatorios naturales que reducen las rojeces y favorecen la cicatrización. El Ácido Hialurónico, que actúa como hidratante y tonificante, también ayuda a combatir las imperfecciones.
El kit profesional de limpieza facial
Para quienes deseen cuidar su piel de forma integral, también existe el Kit Experiencia Purificante Facialuna selección de nuestros mejores productos profesionales de limpieza facial.
El kit consta de 3 productos naturales, más la excepcional Agua Termal del Volcán de regalo.
Más concretamente, al adquirir el Kit Experiencia Purificante Facial, recibirás en casa:
Eolia Noche, crema facial rellenadora: esta crema facial limpiadora tiene una acción hidratante y rellenadora. Combate las imperfecciones al tiempo que ayuda a la piel a recuperar su elasticidad natural. Tiene un efecto tensor, reduciendo así la aparición y visibilidad de las arrugas. No es casualidad que esté catalogado como antiedad, es decir, un producto adecuado para pieles maduras y capaz de combatir el envejecimiento cutáneo. Rica en Ácido Hialurónico, esta loción nutre e hidrata la piel en profundidad: si se utiliza a diario, ayuda a recuperar el tono y la luminosidad.
Ver también: remedios para las arrugas profundas.
Sogno Termale, limpiador suavizante: un producto realmente increíble para limpiar la piel y protegerla de los retos a los que se enfrenta cada día. Sogno Termale funciona como desmaquillante, como limpiador facial y como tratamiento antiedad. Tiene una marcada acción calmante, gracias también a la presencia de ingredientes con propiedades antiinflamatorias y emolientes. Contiene una mezcla de leche pura de burra, agua termal volcánica, aceite de vejiga de higo chumbo y algas.
Acqua di Venere, agua micelar en gel: la solución perfecta para liberar la piel de todos los restos de suciedad y maquillaje. Integrada en la rutina de cuidado de la piel, esta agua micelar complementa al limpiador clásico reduciendo las rojeces y la dermatitis, gracias a la Malva y la Camomila presentes en ella. Se puede utilizar por la mañana, nada más levantarse, o por la noche, antes de acostarse. En ambos casos purifica la piel y la libera de los elementos nocivos acumulados durante el día.
Agua de Vulcano, agua termal sulfurosa purificante: quienes compren el kit recibirán de regalo esta extraordinaria solución rica en ácido hialurónico, azufre, magnesio, aloe y provitamina B5. Su fórmula está diseñada para satisfacer las necesidades de las pieles grasas y propensas al acné. Tiene una acción calmante y cicatrizante, que permite que la piel se regenere y reduzca su carga bacteriana, evitando así la aparición de acné y la acumulación de cantidades excesivas de sebo.
Conclusiones
La elección de los productos de limpieza facial no es en absoluto una cuestión de rutina.
Como hemos visto, hay varios productos para integrar en la rutina de belleza: desmaquillantes, pero también limpiadores y cremas faciales que no sólo purifican la piel, liberándola de los residuos que se depositan en ella, sino que también la nutren e hidratan.
Cuidar la piel no es difícil, pero requiere mucha atención y perseverancia.
Deben evitarse los comportamientos incorrectos, como, por desgracia, utilizar cantidades excesivas de maquillaje o irse a la cama sin desmaquillarse antes.
Estos hábitos, combinados con los daños causados por otros factores ambientales (contaminación, luz solar, cambios de temperatura) ejercen una presión sobre la piel, especialmente en la cara.
Gracias a los productos naturales de limpieza facial, es posible solucionar el problema de raíz, con resultados a la vista.
Se reduce drásticamente la aparición de rojeces y dermatitis, al tiempo que se contrarresta la aparición de arrugas y se reduce el acné.
Independientemente del tipo de piel, todo el mundo debería utilizar estos productos, que tienen un impacto positivo en la salud, incluso más que en la apariencia.
Preguntas frecuentes sobre los productos de limpieza facial
No existe el mejor producto para limpiar el rostro. La rutina de belleza de cada uno debe incluir las distintas soluciones disponibles (desmaquillantes, limpiadores, cremas hidratantes) diseñadas para purificar la piel y eliminar la suciedad y los restos de maquillaje. La elección de los productos debe venir dictada tanto por tu tipo de piel (seca, grasa, mixta) como por tus hábitos. Es preferible optar por soluciones ecológicas, es decir, basadas en una mezcla de extractos de plantas.
La limpieza facial debe hacerse todos los días. Obviamente, no siempre es posible cumplir por completo la rutina habitual de cuidado de la piel, basta pensar en cuando se está de viaje o fuera de casa. Lo importante es, en cualquier caso, desmaquillar la piel, utilizando un buen limpiador natural, preferiblemente combinado con una crema facial.
Hay dos productos en la base de la limpieza facial: el limpiador y el agua micelar. Según las necesidades de cada uno, se puede elegir uno o incluso los dos: de hecho, no son mutuamente excluyentes. Ambos limpian la piel eliminando la suciedad, el vaho y el maquillaje, aunque con propiedades y beneficios diferentes. Para completar la limpieza facial, se recomienda integrar también entre los productos una crema hidratante y protectora.